Mañana es el Día del Periodista. No pude dejar de pensar en Clarín, la Ley de Medios, el inminente resultado del análisis de ADN de Marcela y Felipe Noble que comenzará a procesarse mañana, justo un Día del Periodista, y en Roberto Noble, el fundador del diario. ¿Qué haría hoy aquel hombre en este conflicto? Consulté a su hija y al último director de la redacción de Clarín, que comenzó a trabajar de periodista cuando Noble aún vivía (falleció en 1969, tras padecer en 1967 un ACV) y ambos coincidieron en que no hubiera sido una persona de crear conflictos de poder con los gobiernos. Desde una perspectiva pragmático-romántica, porque era sobre todo un periodista y no hubiera tenido el apetito inagotable de Magnetto ni tampoco habría hipotecado su redacción en batallas empresariales.
Al revés (la fuente ahora son quienes conocen a Magnetto y a Kirchner), todos los consultados coinciden en destacar la enorme similitud beligerante entre el actual CEO de Clarín y el ex presidente. Son dos guerreros que sólo conocen avanzar. Ni Kirchner ni Magnetto son hombres de letras, y allí sus diferencias con Noble, quien sí lo era. El fundador de Clarín con orgullo se reivindicaba periodista, algo que Magnetto o Kirchner mirarían con desprecio y considerarían una debilidad en alguien importante.
¿Qué sucedería con Clarín si se comprobara que Marcela Noble (el caso que se considera más probable) es hija de desaparecidos? Valdría comenzar diciendo que por lo menos dos fuentes, que ocuparon en Clarín, en los años 70, puestos de importancia comparable a la del Magnetto de entonces, insisten en que los hijos adoptivos de la dueña de Clarín no fueron entregados por militares sino por el circuito de parteras y enfermeras que, a cambio de algún dinero, hacen de puente entre embarazadas de provincias con altos índices de pobreza que no pueden mantener a sus hijos recién nacidos y quienes, no pudiendo tener hijos, desean uno.
Pero la mayoría de la opinión pública cree que el estudio de ADN arrojará como resultado que alguno de los hijos adoptivos de la dueña de Clarín es hijo de desaparecidos, porque suponen que si se hicieron tantos esfuerzos para limitar y posponer los análisis es porque se oculta una mentira infamante. Podría no necesariamente ser así. En personas acostumbradas a que la realidad se acomode a sus deseos, el mero intervenir de la Justicia podría ser considerado una intromisión intolerable en su intimidad.
Si después de tanta presión del Gobierno se terminara comprobando que Marcela y Felipe Noble no son hijos de desaparecidos, el Gobierno recibiría un duro golpe en su imagen, mientras que Magnetto y la dueña de Clarín rejuvenecerían una década.
Pero si se comprobara lo contrario, Clarín, como diario, podría no sufrir las consecuencias terminales que le pronostican, porque la mayoría de sus lectores no lo compra por cuestiones ideológicas sino por los servicios que brinda. Menos efecto podría llegar a tener en la audiencia de Canal 13, salvo que Tinelli o los ex galanes de Valientes se mudaran a Telefe, lo que sí afectaría su rating. La radio AM es un medio más periodístico que la TV, pero Radio Mitre fue más moderada y plural que el diario Clarín. Y quizá TN podría ser afectado en alguna proporción.
Mientras que los medios podrían soportar el vendaval, menos fácil le sería a la empresa como tal y más difícil aun para su alta dirección. No habría que descartar un progresivo paso al costado, primero de Ernestina de Noble, delegando su papel en Marcela Noble y más tarde de Magnetto, en su caso dejando sus responsabilidades en su amigo de varias décadas y persona de absoluta confianza, José Aranda. Tanto Magnetto como Ernestina de Noble no atraviesan un estado de salud rozagante y la presión a la que vienen siendo sometidos desde el Gobierno produce desgaste acelerado en sus físicos.
Mañana será el Día del Periodista más triste en las redacciones de los distintos medios del Grupo Clarín. Un mensaje de aliento para ellos sería que sea cual fuere el resultado del análisis de ADN de Marcela y Felipe Noble, Clarín podría seguir siendo el diario más leído de la Argentina; El Trece, el canal de televisión más visto junto a Telefe; Radio Mitre, la más escuchada después de Radio 10, y TN, el canal de noticias más visto.
Una implosión resulta poco viable porque no existen medios de calidad comparables para sustituirlos inmediatamente. Una eventual decadencia llevaría años.