Roberto Noble, mi padre

Roberto Noble, mi padre
Roberto Noble - Diario Clarín

Hizo periodismo desde sus primeros años de estudiante. Colaboró en varias revistas y periódicos~ sobre temas universitarios y sociales y perteneció a la redacción de “La Nación» de Buenos Aires. Pronto las inquietudes idealistas que así había revelado lo llevaron a lanzarse a la lucha política, ingresando al partido Socialista y fundando, con varios jóvenes amigos, la revista “Crítica Social”, que contribuyó decisivamente a agudizar la crisis interna que esa agrupación experimentó en 1927, de la que surgió el partido Socialista Independiente, inspirado en el propósito de quitar al socialismo argentino de los resabios internacionalista y sectarios que le impedían desarrollarse en toda la República.

Miembro destacado del nuevo partido, cuyo diario “Libertad” llegó a dirigir, fue elegido diputado nacional por la Capital Federal en marzo de 1930. La revolución del 6 de septiembre de este año, que depuso al presidente Yrigoyen, determinó la disolución del Congreso. Habiendo tenido una participación activa en dicho movimiento, fue reelegido diputado nacional, por el mismo distrito, en noviembre de 1931, mandato que desempeñó, íntegramente, hasta 1936. miembro de varias comisiones y vicepresidente de la Cámara Joven, figuró entre los promotores de la Concordancia Parlamentaria que gobernó con el presidente Justo, fundando, con el mismo propósito, la revista “Concordancia”.

El 28 de agosto de 1945, día de la aparición de la primera edición de «Clarín, cumplía el paso más importante de su actuación periodística. Su consigna de «informar sin preconceptos» fue el motor que permitió al diario ganar en muy poco tiempo la delantera entre los matutinos nacionales, hasta llegar a convertirse en el periódico de mayor circulación entre los de habla hispana. En 1960, un conjunto de editoriales con lineamientos para el desarrollo nacional fue agrupado en el libro «Argentina Potencia Mundial». A éste le siguieron «La hora decisiva. Cuando se anulan los contratos petroleros» y «Satelismo contra soberanía», en 1964.

Como legislador, aparte de haber intervenido en la elaboración y aprobación del vasto programa sancionado por el Congreso de 1932-36 sobre Carnes, Granos, Elevadores de Granos, Petróleo, etc. fue autor de la ley que instituyó la Justicia de Paz Letrada y la de Propiedad Intelectual y Artística.

Antes de terminar su mandato, el gobierno del general Justo lo designó para representar a la República, con carácter de Embajador Extraordinario ante el Congreso Internacional de Ciencias Políticas y Administrativa a reunirse en Varsovia. En momentos en que cumplía tal misión diplomática fue llamado para confiársele el Ministerio de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. De este cargo, que desempeño desde principios de 1936 hasta fines de 1938, cumplió un programa de reformas que alcanzó a todas las leyes orgánicas del primer Estado argentino que eran de la competencia de dicho departamento, tales como: trabajo, educación, justicia, policía, salud pública, asistencia social, régimen carcelario, etc.

 

Un día en el Diario Clarín

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