" Al norte de mi
al norte de ti
en el norte
mi norte encontré."

Guadalupe Noble
"Soy"
Soy, libro de poesía
Rasguña la piel, se mete por los poros, escarba en el pecho y lo oprime o lo dilata, porque hay tramos de dolor por heridas irreparables, como los hay de amor y de ternura por el bálsamo saturado con el jugo de hierbas estrujadas de pasión. Estos poemas no se leen, se absorben, se refugian en el alma, y allí se quedan para espiar por una lágrima tibia o una sonrisa melancólica la angustia de los vacíos por las cosas que debieron ser y no fueron, para mitigar nuestro desconsuelo por este mundo cruel y despiadado y decirnos que aún existe la belleza.
Elías Scheble

Guadalupe Noble llega a la poesía a través de un repentino fulgor, aquel que devela la desnudez y el esplendor de la palabra, (...) con sus palabras intactas, de pie sobre el dolor y la belleza, sobre lo que vale la pena ser contado ser dicho de esta manera y de ninguna otra.

Tu Soy me emocionó. Más allá de la poesía impecable trasciende de cada línea una ternura y un sentimiento que perfuma -no es una metáfora- el alma del lector. Nos hace compañeros de esos mágicos recuerdos que vuelven a vivir. Gracias Lupita por esa tu poesía que es, en verdad, Poesía.

Me dio mucha ternura leerte y encontrar tanta vida vivida, tanto amor, tanta belleza interior, tan coincidente con tu belleza externa. (...) Y mi sorpresa ante la belleza de algunas metáforas y el alto nivel poético de tu escritura.

La emotividad distingue Soy, de Guadalupe Noble. (...) Hay en él versos que recorren momentos y geografías diversas marcadas por el sentimiento. (...) La voz de la poeta se amplía sin embargo, y trasciende la anécdota personal

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Tus poemas tienen una impecable factura, su ritmo es riguroso como la libertad de su rima interior, evocan por momentos una arquitectura de poesía clásica. El contenido de algunos trabajo, como Noticias del mundo para mi hija, es una verdadera pedagogía para la existencia, hasta podrían formar parte de los textos de la sabiduría.
EL tono jadeante de algunos momentos _"me enciende", "me monta"- se mezcla con el lirismo de otras descripciones -la niña estaba hecha con "materia de sueños"- y el naturalismo crudo de un dolor que derrumba -"mariposa estaqueada", "perdí el color"- porque como se dice en la magnífica descripción de Soledad, la autora ha quedado "desconectada de la palabra".
Los símbolos de nuestro paisaje nacional están presentes en los últimos poemas, pues olfateamos la tierra del polvo seco de las carretas, el aire pleno de la cuesta del obispo, la belleza del totoral. Poemas que están en la historia porque son el testimonio de lo que no puede borrarse... de lo que en ti vive... para siempre.
Dominas el lenguaje, abundantes son tus descubrimientos, brillantes tus proposiciones. Tu palabra pesa porque tiene alas, cada frase respira belleza.
EL tono jadeante de algunos momentos _"me enciende", "me monta"- se mezcla con el lirismo de otras descripciones -la niña estaba hecha con "materia de sueños"- y el naturalismo crudo de un dolor que derrumba -"mariposa estaqueada", "perdí el color"- porque como se dice en la magnífica descripción de Soledad, la autora ha quedado "desconectada de la palabra".
Los símbolos de nuestro paisaje nacional están presentes en los últimos poemas, pues olfateamos la tierra del polvo seco de las carretas, el aire pleno de la cuesta del obispo, la belleza del totoral. Poemas que están en la historia porque son el testimonio de lo que no puede borrarse... de lo que en ti vive... para siempre.
Dominas el lenguaje, abundantes son tus descubrimientos, brillantes tus proposiciones. Tu palabra pesa porque tiene alas, cada frase respira belleza.

Archibaldo Lanús